Son bienes de consumo duraderos, no perecederos y con un periodo de vida útil muy largo. Su tasa de recambio es muy baja. Ejemplos: los muebles, los electrodomésticos…
Los comercios que comercializan bienes amarillos tienen unos márgenes altos -ya que la rotación es muy baja-.
Al tener un precio unitario alto y una baja frecuencia de compra, los compradores tienen un proceso de compras largo. Investigan y comparan varios productos antes de adquirirlos. En los Yellow Goods (Bienes amarillos) el dependiente, el vendedor de nuestro comercio, tiene un papel relevante. ¡El vendedor tiene que estar bien formado tanto en conocimiento de producto como en técnicas profesionales de venta!
La venta de estos productos suele requerir servicios de customización, para adaptarlos al cliente y también servicios postventa.
También te puedes encontrar el término Yellow Goods (Bienes amarillos) para referirse a maquinaria de construcción y agrícola (excavadoras, tractores…) que tradicionalmente se han pintado de color amarillo, y también son bienes de consumo duraderos.
